sábado, 19 de junio de 2010

Nada menos que una Tregua



Esto podría ser una invitación a adentrarse en el "maravilloso mundo del arte", con el consabido ¡bienvenidos a nuestro portal!. Pero sería un lugar común y entraría de lleno en la ególatra tentación de desarrollar un "esquisito" discurso sobre las bondades y la importancia de mi arte y el de mis camaradas.

No, esto no pretende ser una invitación (quizás una incitación o tal vez una violación) aunque más bien mi pretensión es que, a travez de este medio, puedan resonar las voces de tantos "imprescindibles" que, derrotando los años,el olvido y la muerte, nos continuan exhortando a reflexionar sobre nuestra condición, nuestra angustía, nuestra responsabilidad y por qué no decir, también sobre nuestras humanas esperanzas.
Decía Camus: "Cada artista, sin duda, está a la busqueda de su verdad. Si es grande, cada obra le acerca a ella, o, al menos, gravita todavía más cerca de este centro, sol enterrado, donde todo debe de venir a arder un día. Si es mediocre, cada obra le aleja y el centro está en todas partes, la luz se deshace. Pero en su busqueda obstinada, únicamente pueden ayudar al artista los que le aman o también aquellos, que, amando o creando ellos mismos, encuentran en su pasión la medida de toda pasión, y saben entonces juzgar".

Que vuestra pasión, entonces, juzgue sobre nuestro arte.

Que este espacio sirva como un lugar de encuentro, un alto en el camino, para compartir "ese canto de todos" que es nuestro propio canto, esa poesía humana y mortal, ese arte testigo y protagonista de nuestro tiempo.

Que este espacio sea una larga tregua...



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