sábado, 30 de junio de 2007

...

Después que la muerte te pisa los talones, te muerde los tobillos, te arrastra los zapatos
se mete en tu esperanza y no de contrabando
llega sin previo aviso y hurga en tus papeles
después de que la muerte te adivina las cartas
te espía por rendijas
e interrumpe tu charla
después que la muerte inmortalmente celosa
te hace aquella escena
de gritos en la nada
después...
te esquiva la mirada.

martes, 16 de enero de 2007

Un Poemario

LA MADRE DE TODAS LAS CONTRADICCIONES



Hernán Báez




ANTES DE LA TORMENTA


Silban las gotas fantasmales
Mi cuerpo asume la posición de un árbol
Que espera la llegada de la primavera
Con su traje de otoño

Y saltan los minutos sobre el zinc
Como saltamontes furiosos
Haciendo el inventario de las sombras
Proyectadas verticalmente sobre mi frente

Ignoro si el recuerdo tiene andenes
Pero aún así sigo caminando por la línea
Como un tren demasiado cargado
Y humedecido por las gotas fantasmales

Que nadie ve...
Que nadie escucha...
Si no es para ignorar
Esta tristeza

Los paisajes surgen deprisa
Las ventanillas de mis ojos
Están a punto de abrirse
A la tormenta más aguada de este siglo
Las despedidas afectuosas
Se congelan como una fotografía ensimismada
Y allá en la estación
Se pasea de un lado para otro
Como un guardavía el silencio

El silencio de estas gotas lamentables
Que derraman su euforia acongojada
Sobre el lomo de las vías oxidadas
Que terminan en las fauces del abismo.


FRENTE A LA CATEDRAL

Las maderas juntan moho
En las grietas
Una bandada de pájaros
Se marcha sin previo pío
Y los rostros
De asfalto ensimismado
Miran el reloj de la Catedral

¡Quedan tan pocas tablas
con que salvarse
en este mar de vitrinas
que marea!
¡Quedan los niños!
Pero crecen como árboles
Y luego juntan moho entre las grietas

La calle se voltea
Y queda suspendida
El cielo
Es asfaltado
Para hacer más confortable
La visión

En las esquinas las amígdalas
Se inflaman de orgullo
Y una boca
Pide que le devuelvan su oreja

La caminata calva
Y la conversación rala
Eructan sus gulas desiertas

Se superponen las imágenes
Sobre fondo de Catedral
Mientras el moho
Acumula restos de madera.

APOCALIPSIS COTIDIANO


Hay siete niños jugando
Una ronda quebrada
Caritas tiznadas
De vergüenza y miseria

Parece que rieran
Con lágrimas de lodo
Mientras el mundo gira
Como una ronda hiriente

Son siete niños que abren
El séptimo desagüe

Tomados de las manos
Se alzan vagabundos
Después caen del cielo
Porque era otro infierno

Son siete niños que inician
El séptimo día de hambre.




SANTIAGO, APARTA DE MI ESTE CALIZ

Estar parado esperando el bus
Y mirar al cielo buscando
Horizontes azul fértil
Nubes despistadas y alocadas
Que caminan levitantes
Por lo menos Santiago
Está más viejo que mañana

Y resuenan ecos distantes
Y parece como si fuera rock
Pesado chirriante
De mudas voces desgarradas
Cumbia de ajo
Cebolla ají vino
Vino con bebida
Fantasmal nauseabundo sonido
Que me dispara un tiro
En el oído
Y en la garganta
Y en el desdén
Y en esta penumbra
De calles que conozco
Como si fueran
Las líneas de mi frente
Tan marcadas demarcando
El rumbo que debo tomar

Sin embargo medito
Casi lento y afanosamente
Agarrándome del porvenir
Que demora tanto en germinar
Medito
Como un pez en aguas turbias
Sin radar
Sin mapa
Sin mitad
Sin atlas
Vagabundo errante
Solitario de pisar tímido
¡ Es tan difícil el amor
en este sitio!
Las palomas se asemejan
Al silencio
Y llevan herraduras en las patitas
Caminan porque a nadie
Importa su vuelo
¡ Es tan difícil amar
así
sin mirar el paisaje!
Y construir amor
Después de decir te amo
Hacer coincidir las palabras
Con el gesto de la boca
Decir por ti
Para ti
En ti
A través de ti
Viviendo
Poseídos en laberintos
Callecitas
Donde se hallan
Los grifos del llanto
Ese mismo que licúa
Los dibujos
Abortados del alma
Que emprende vuelo
Cuando los pies tocan la tierra
Y se masifica la distancia

Decir amor
Se torna irrespetuoso
Hablar amor
Es un hereje consuelo
Habitar el pequeño
Paraje de las caricias
Es demasiado puro
Para una fotografía tan gris
Donde a veces
Se cuelan personajes
Que no se pierden
Ni un solo clic
De nuestros íntimos retratos

En fin
Vivimos en la oscura caja
Que nos regala imágenes
Pero nos roba el hálito
De lo imprescindible
Y nos deja mudos
Como reos sin condena
Habitantes de un todo
Que más parece baldío
Territorio de impericias

Amar en una ciudad
Sin ríos
Sin nubes
Sin consonantes ni vocales
Es tan parecido
Al primer acto
De una muerte premeditada

Amar sin punto fijo
Sin firmas
Sin cortejos
Sin papeles domesticados
Sin descendientes
Encadenados
Amar por el placer de amar
Sin límites
Ni cuentas
Que cuelguen del clavo
Amar esa mirada
De esos mismos ojos
Con la misma luz
Que entra por la misma ventana
Cuando comenzamos el día
Amaneciendo cercanos
Levantando los huesos
Y la carne
Sin mediar responsabilidades
Ni horarios
Ni llegadas
Ni óptimo desempeño en la oficina
Ni yo
Ni tú
Ni nadie
Aprendiendo la lección
Del desarrollo
Del aumento de la producción
Del bien que le hacemos al país
Del ponerle el hombro a la tarea
“¡Dale no más!
¡Arriba ese optimismo!
¡Aquí trabajamos todos!
¡Por el futuro!
¡Por nuestros hijos!
¡Por nuestra patria!
¡Por el mañana!”

Amar
Así
Sin aprender
Estas desgastadas palabras
Que nos quieren insertar
En la mandíbula
Estas palabras
Que duermen en el diccionario
De los rectos señores
Que en su recta sala
Nos enseñaron
Con rectas bofetadas
A ser rectos
Como somos
O como quieren que seamos
Y a compartir migajas de pan
Repartidas en escritorios
En mostradores
En olímpicas escaleras
En transistorizados ascensores
En digitales papeles
Con informáticos sentidos
Entre espaciosos muros
De la cosa ninguna
Entre calculadoras
Archivos
Ventas de liquidación
Computadoras
Máquinas de escribir
Que han olvidado
Su sentido
Su razón de estar
Aquí
Tan cerca
Del espasmo y la diarrea

Y hacer
Un vomitivo recuerdo
De la noche
En que sudantes
Como muslos alocados
Nos hicimos la promesa
De sabernos siempre inminentes
Tácitamente indispensables
Unidos por el viento impetuoso
Que nos regaló la certeza
De un corazón
Palpitante de vuelos

Entonces
Mirar por la ventana
No puede ser prohibido
Y ver que en la esquina
Están parados los sueños
Esperando nuestro bus
No es un espejismo
Ni siquiera un milagro
Es la mejor manera
De acercarnos al horizonte.

LA MADRE DE TODAS LAS CONTRADICCIONES

Después de todas las naves
Los caminos digitales
Las redes globales
El chip y la micro memoria
Los aviones invisibles
Y las toneladas de fibra óptica
Aún veo
La misma rueda desgastada
Que va hacia el abismo

Después de emperadores
Estadistas
Grandes hombres de gobierno
Caudillos sin mucha honra
Y dictadores con uniforme y o con traje
Aún veo
El mismo simio
Que no sabe a quién manda

Después de tantos rodeos
Aún estamos solos
Sin saber si decir que sí
y lanzarnos indisciplinadamente
En los brazos
De esta vieja
Y buena madre
La madre de todas las contradicciones.

Hernán Báez